miércoles, abril 13, 2005

Horizontes.

La sombra de tus besos ha partido
roída por un llanto sin sentido
que escapa en los momentos inauditos
en que mi alma se vuelca en tus gemidos.

No mientas mientras me amas, simplemente
escucha el recorrido de mis versos,
sobre tu piel al borde del desgarre,
en palabras ocultas por el miedo.

Cuando el destino juegue a nuestras vidas,
la suerte será echada sin auriga
y perdidos iremos mendigando,
buscando reencontrarnos aún cautivos.

Tal vez tus labios vuelvan con el viento
y mis tormentas ya se encuentren lejos,
si no es así yo seguiré esperando
dentro del mar varado en el olvido.

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