miércoles, junio 22, 2005

Palabras.

Palabras escondidas dentro de tu mirada,
sanando las heridas de una lengua astillada,
que calla por tu ausencia y muere por tu alma.


Delirio de los cuerpos privados del deseo,
de los ojos ocultos tras sábanas ardientes
y labios que se buscan más allá de la muerte.


Martirio son tus besos cuando no estás presente,
y este miedo a tenerte, liberando mi mente,
mientras mi piel te habla, bajando por tu vientre.


Dolor en las miradas, que parten, que se apagan,
que encierran sentimientos de una etapa olvidada,
inciertos, asfixiantes, trémulos de esperanza.

domingo, junio 19, 2005

Miedos II.

Pensaba en ti y veía tu interior continuamente, entonces sentí temor de que mi alma quedara por completo ciega al mirarte justo a los ojos y percibirte con todos mis sentidos...

viernes, junio 17, 2005

Lengua olvidada.

Escondido en tus labios, que me envuelven despacio

descubro los enigmas de una lengua olvidada

que dio vida a tu cuerpo, creando sin palabras

contornos infinitos de ciudades aladas.



Perdido en tus abismos, busco hallar la salida

del laberinto oculto bajo tu piel ardiente

que encierra mis sentidos y juega con mi mente

saciada con recuerdos, mientras estás ausente.



Transido por tu ausencia me falta la mirada:

que inventa cada letra hablada por mi alma,

que da vida a mi mundo, cuando ríe callada,

que descubre en mis ojos una lengua olvidada.

domingo, junio 12, 2005

Cartas mudas.

Es absurdo decir la verdad cuando no estás solo, cuando amas a alguien, porque la verdad de ese instante, esa verdad puntual y limitada a un sólo momento y a un sólo contexto, dejará de ser verdad en otro lado o en otro instante, sin embargo en la mente del otro seguirá siendo una verdad durante un largo período.

jueves, junio 09, 2005

Espacio tiempo.

Rutilante espacio tiempo
impregnado de recuerdos,
sensaciones que se esfuman,
vacilantes, sólo sueños.

Mascaradas del pasado,
tan incierto cual deseo
de lo eterno, en una vida
que sólo admite destellos.

Soledad inexplicable
ocultada por momentos,
entregados un instante
al delirio de los cuerpos.

Embriaguez de pensamientos
de un futuro inexistente,
deslumbrante en la caverna
de este abismo que es la muerte.

lunes, junio 06, 2005

Melancolía.

La añoranza de momentos que carecen de presente,
pasa y vuelve inadvertida por las sendas de la mente.
Se diluye en el engaño la pasión inevitable
y se esfuma en cada paso del camino hacia lo ausente.

De la vida siendo niños nos volvemos a la muerte,
pretextando la salida a una paz inexistente.
Del amor hacia el olvido, del deseo hacia lo inerte,
de los versos a al ruina del silencio que no miente.

Extranjeros sin camino, vagabundos solamente,
inventamos existencias, ignorando lo que duele.
Melancólicos erramos, dando saltos, tan vehementes
cual frenéticos engendros de este mundo indiferente.