domingo, febrero 12, 2006

Costumbres.

Es terrible la costumbre de los cuerpos, buscar en una espalda los fantasmas que se han ido, morder cicatrices que no existen pero que duelen, oler recuerdos y asfixiarse con sudores pasajeros. ¿Qué hacer cuando los rituales son necesarios y la estabilidad es insorportable?