viernes, mayo 20, 2005

Alexa y Karl.

Gotas de lluvia bajaban por su cuerpo, él caminó demasiado, dando vueltas surcando el aguacero, con cada paso sus ojos se aclaraban más, ya no la amaba, no lograría hacerlo jamás.

Era tarde, Alexa esperaba sentada en el comedor con la mirada fija en las llamas que consumían las velas.

Esperó un momento tras la puerta tratando de ocultar sus sentimientos, pensando en la mejor manera de resolver su vida, impregnando en un pañuelo la humedad del cielo y la de sus ojos. Entró empujado por el viento que heló su corazón.

- Hola cariño, no prendas la luz, espera un poco mientras enciendo las velas. Pero mírate, estás empapado, será mejor que te cambies, si no te vas a enfermar Karl. ¿Qué tal estuvo tu día?
- Disculpa por la espera, se me alargó la noche.
- No importa cielo, ven a cenar. ¡Feliz aniversario! Hoy cumplimos tres años desde nuestro primer beso. Las toallas están en el baño. ¿Quieres que te traiga una?
- No, está bien, yo voy.

Se detuvo en el baño frente al espejo observando en su rostro ese falso entusiasmo causado por el paso del frío al calor, llorando en silencio porque había alcanzado un punto sin retorno, a partir de ahí su vida sería distinta.

Se acabó tu cuerpo, tu sonrisa, tus besos, tus labios, tu lengua, tus ojos, tu inocencia, tu pasión, tu olor, tu alma, tu saliva, tus gemidos, tu sexo, tu entrega, tu sinceridad, tu apoyo, tus silencios, tus palabras, tu espalda, tus manos, tus caricias, tu cintura, tu trivialidad, tu frialdad, tu emoción, tu mal humor, mis latidos acelerados al verte, mis lágrimas, tus lágrimas, mi rostro, mis máscaras, mi alma, mi corazón, mi sonrisa, mis carcajadas, mi alegría, mi placer, mi eternidad, mi locura, nuestra vida juntos. “Basta mirar en los ojos la inmensidad de los mares,/ solitarios, dolorosos, desgarrantes de la carne.”

Hay momentos en que la verdad es absurda, fatal; mentir es la mejor manera de consolidar una relación inestable. –Tuvimos sexo, pero no significó nada para mí, ahora tampoco sé si quiero un compromiso contigo.

Podría haberte amado eternamente Alexa. No entendiste que eras todo, que eras mi vida, que en ese instante sin ti no había nada. Estaba enamorado, patético, y era amor de ese que duele, de ese que está en el fondo, de ese que es violento y que arrastra, que se lleva todo sin preguntar; y tu amor sólo eran destellos, un “te amo” escondido en mil caricias, un “te estoy amando ahora” oculto bajo la piel. Sin embargo continuamos, pasó casi un año, yo sentía que después de eso no podría darte todo, me sentía sucio, mentiroso, estaba dolido, estaba herido. Hoy ya nada importa, todo se resbala. Sólo dejé que pasara el tiempo necesario para asir tu alma, para robar tus sentimientos, lo suficiente para poder verterte en el papel antes de desecharte, antes de destruirte, antes de...

- Estás bien mi amor, ni siquiera me diste un abrazo al entrar. A veces necesito tus besos, tus caricias, que me digas que me amas. Basta, hoy no voy a llorar...

Siguió secándose, ignorándola, tratando de recuperar la dinámica de su vida, esas eternas quejas que lo fastidiaban, su papel de ser fuerte y escucharla, su máscara sonriente, su propio engaño.

- No deberías estar triste, ven, te abrazo. Hoy es un día especial, un buen momento. “Odio, mentiras, sollozos atrapados en el alma.” No llores más Alexa, estoy cansado de tus reproches. Conocí a alguien, creo que estoy comenzando a enamorarme, lo lamento mucho...

La estrechó fuertemente entre sus brazos oponiéndose a su resistencia. Ella lo empujaba pegándole en el pecho con la fuerza exacta para no soltarse, mientras sus cuerpos se humedecían por lágrimas de rabia, dolor, amor.

- ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me habías dicho nada? ¿Te acuestas con ella verdad? ¿Cómo se llama? ¿Por eso tardaste tanto en llegar, querías quitarte el olor de su sexo? Vete al diablo, infeliz. ¡Suéltame! No te atrevas a tocarme. ¡Contéstame! ¡Dime algo!
- Tranquilízate por favor. La conocí hace unos meses, en la exposición de fotografía. La he visto poco. Hemos hablado algunas veces. “Y entre el caos de la agonía, aparecen otros brazos.” Lo que sucede es que hace unos minutos me di cuenta de que no podría volver a amarte. Aquella vez que te acostaste con él, todo terminó para nosotros. No puedo volver a confiar en ti. Sólo quisiera conocer a alguien, alguien nuevo, con quien pueda empezar sin máscaras, de forma natural. Lo siento pero contigo perdí toda esa pasión del pasado. Sin embargo ahora que me miro en sus ojos, vuelvo a sentir esa emoción que estaba olvidada, lo lamento, en verdad perdóname. Sólo cuídate...

Sacó las llaves de su bolsillo y las puso junto a las velas consumidas, caminó hacia la salida, mirando a Alexa fijamente, deseando ser retenido, sin conseguirlo, mientras ella lloraba acurrucada en el sillón, sintiendo en cada paso una puñalada por la espalda. Cruzó el umbral de la puerta y dejó tras él, aquella parte de su vida.

Con la lluvia nuevamente sobre su rostro, sintió una libertad que había olvidado, y al compás del viento comenzó a escuchar los susurros de su alma, los alaridos de su eterna soledad.

“Basta mirar en los ojos la inmensidad de los mares,/ solitarios, dolorosos, desgarrantes de la carne./ Odio, mentiras, sollozos atrapados en el alma/ y besos que no se olvidan cicatrizan las palabras./ Bajo máscaras y risas la existencia sigue, avanza/ ocultando las caricias de una lengua ya callada...”

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace 20 minutos intentando escribir un comentario medianamente publicable y no puedo,me llegó como no te das una idea...
Donde te habías metido por cierto?

Isthar dijo...

Me ha llegado al fondo del alma, iba devorado tus palabras y sientiendo que eran mis lágrimas las que se confundían con las gotas de lluvia.

Que duro es siempre sentir que dejas de amar a alguien, que no quieres hacer daño pero no puedes mentir(te).

Cómo duele, cómo duele en ambos casos...

Mil besos de sal.

Lucia dijo...

Decir adios a alguien que se quiso muchas veces es dejar una parte del alma con esa persona y sentirse traicionandola cuando se disfruta nuevamente de la libertad ...tu relato me llego en un momento en que la vida intenta enfrentarme a ese tipo de decisiones

Un abrazo, Te cuidas :)

Arîadhna dijo...

Vivir una mentira es tan vacío que quitar(se) la venda es lo mejor que se puede hacer ...para sentir de nuevo en pa con uno mismo,y para sentir la vida al cien `por cien.
Aunque duela decir adiós.
Me encantó la historia,de nuevo...

Adriana Ferandez dijo...

Hola, apenas vi tu firma en mi libro, gracias por la visita, casualmente a mi tambien me llego este post...mas bien parece que es el estado natural del ser, siempre desgarrado por alguna enferma relacion o tal vez solo yo soy asi?

Cher dijo...

Auch.

Paula dijo...

idem cher