viernes, marzo 03, 2006

Ítaca.

Tras tu espalda sólo arden las cenizas
de mil ciudades dejadas por mi marcha,
logré asaltar las ruinas invencibles,
más de tus muros escapo antes de hundirme.

Quizá pude olvidar por un momento
el extraño vaivén de tus recuerdos,
pero el vagar de nuevo en tus lamentos,
quebró mi mente, varada por tus besos.

Semanas ha, que sueño tus caricias,
digo tu nombre sin saber porque río,
necesito la espuma de tus días,
no soporto bogar sin tus suspiros.

Circe de mis insomnios y pasiones,
aún navego en la Estigia de tus flores,
cegado por el brillo de tus ojos,
busco augurios que calmen mis temores.

3 comentarios:

♥ஐMaría Cieloஐ♥ dijo...

No hay caso. Intento escapar por un momento a mis estudios y ahí llegas tú trayéndome jirones de temas relacionados... ;-) Excelente poema. Te dejé un comentario por allá, en un post de un lejano diciembre... Espero lo hayas leído.

Isthar dijo...

Con palabras tan hermosas como las tuyas se calmaría cualquier temor.

Besos de sueños

Anónimo dijo...

Ojalá que las alas de tus letras siempre siempre floten en el éter de la belleza.

Besos naúfragos