martes, enero 24, 2006

Saciedad.

El vacío entre nuestros cuerpos terminó con los silencios
y cayeron los escombros de la sal por nuestros dedos
convertidos en palabras reemplazaban los deseos.


Nos separaban los miedos que cedieron ante un beso,
con las lenguas desbordantes asfixiamos los secretos
se rompieron las cadenas y los rostros se escurrieron.


El sudor se confundía con la esencia liberada
que bajaba por las manos por los labios y la espalda
mientras las almas temblaban esperando que pasara.


Nuestras sombras se fundieron por debajo de las olas
y los alientos mezclados inventaban nuevas formas.
Al final quedamos solos recordando nuestra historia.

2 comentarios:

Isthar dijo...

Una lágrima desborda el sentimiento que tus letras han traído hoy a mi memoria. Una lágrima y un deseo roto que quedó ahogado en palabras y recuerdos...

Me encanta saber que tus letras aún siguen dibujando magia.

Anónimo dijo...

Basta que un verso me haga temblar.
Vengo a buscar lluvia de luna
y acá estás.
Gracias por el alarido en mi mente.