lunes, enero 30, 2006

Desde el exilio.

Me exilio de tus mares y senderos
tormenta encadenada de mis sueños,
escapo de perderme en tus abismos,
rendido por el canto de tu cuerpo.

Renuncio: a ser mendigo de tus dedos,
a las caricias que evaden tus secretos,
a tu mirada perdida en el silencio,
a tus espasmos salados y lamentos...

En nuestra luna te observo por las noches,
en las estrellas camino sin tus besos.
Te dejo andar sin sombras en la espalda
y en cada verso te lloran mis palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tuve que llamarte, no salías como luna perezosa...
Bajo las estrellas como poeta solitario desgranás exilio en lágrimas.

(Me lo llevo)

Beso

Anónimo dijo...

Llegué y paso a saludarte...
O a reclamarte??
Quizá ambas cosas.

Beso.