jueves, marzo 24, 2005

Mascaradas.

Tal vez la soledad nos ha alcanzado,
en medio de no habernos conocido
y ha extendido la noche de tus labios
antes de continuar con el olvido.

Extraños que coinciden en el tiempo
incierto, va dejándonos cautivos
de cuerpos que se entregan cual destellos
que surgen de lugares infinitos.

Urdimbre de dolor y de pasiones,
de ansiedades, miedos, decepciones,
destino inmerso en símbolos que atrapan
el devenir de rostros, mascaradas.

Adictos al eclipse de las vidas
usamos de los otros, simplemente,
recuerdos, las caricias, las mentiras,
la eternidad de un beso que está ausente.

1 comentario:

B r e n dijo...

Luis, la verdad es ke tienes una muy dolorosamente deliciosa manera de escribir...espero puedas publicar mas de tus escritos....