sábado, agosto 20, 2005

Eterno regresar.

Me das la libertad de abandonarte
con tus ausencias, efímeros castigos,
y mezclo tu silueta con el aire
de mis recuerdos, callados, ya cautivos.

Navego encadenado aún de tus labios
entre mil mares de brotes infinitos,
escapo de tu canto de sirena
envuelto en ecos que sacian mis sentidos.

Susurran los espasmos de mi cuerpo
un nombre ambiguo en tierras sin destino,
y tejes tus temores en la arena,
mientras entregas tus noches sin motivo.

Silencios arraigados en el tiempo
surcan mis venas, se pierden en la espera,
murmullan las cascadas mis secretos,
plañen mis versos bogando porque vuelvas.

2 comentarios:

Isthar dijo...

Hay esperas que sin duda parecen infinitas...

Anónimo dijo...

Hay esperas que sin duda parecen vanas...